porque tenga poca chicha en la cintura.
miércoles, 7 de mayo de 2014
lunes, 5 de mayo de 2014
Alejarse.
Hay quienes creen que viajar va a darles respuestas mágicas a sus enormes incógnitas. Cómo si las respuestas a nuestras necesidades vinieran en una gran caja y que por error a caído en el país equivocado. Es sólo encontrar la caja, abrirla y ser fantásticamente feliz.
Es como si creyeran que la felicidad viene del exterior, cómo si el entorno pudiera decirnos quiénes somos, qué queremos, qué deseamos, qué buscamos. Es como si olvidaran que quién viaja es el mismo, que sus miedos son los mismos y sus necesidades también. Y cuando los mismos problemas nos encuentran en un destino nuevo, es cuando nos golpea la realidad de que responsabilizar al entorno de nuestros conflictos es un mero acto de cobardía.
Porque ese nuevo destino sí puede cambiarnos y darnos respuestas pero no porque nos abra puertas nuevas, ya que esas puertas no llevaran a ningún lado si tenemos temor de cruzarlas. Ese nuevo entorno lo que nos permite, si lo dejamos, es escuchar a nuestro propio interior y comenzar a buscar los verdaderos deseos que tenemos dentro, pudiendo dejar de lado prejuicios y costumbres. En nuestro propio lugar estamos tan habituados a los ruidos del afuera, a las responsabilidades, a la rutina, a las obligaciones... que olvidamos de darnos ese momento de charla con uno mismo, ese instante de preguntar "para dónde sigo?". Al darnos un aire nuevo tenemos esa oportunidad de volver a reconectar y descubrir lo más difícil que tenemos para conocer: a nosotros mismos.
Yo bien creo que la constante práctica de este diálogo (mediante a los constante viajes y cambios de entorno, tal vez) es lo que hará que un día nos sorprendamos a nosotros mismos, en nuestro propio hogar, pudiendo preguntarnos todo lo que necesitamos, sin tener que huír.
Sin embargo no hay por qué pensar que esto trae respuestas. En lo personal... pude responder algunas cosas que solamente me abrieron más incógnitas. Aunque también creo que ahí esta el sabor de vivir. El día que dejemos de preguntarnos para donde caminar, será el día que ya no tenga sentido seguir andando por los caminos del destino.
Es como si creyeran que la felicidad viene del exterior, cómo si el entorno pudiera decirnos quiénes somos, qué queremos, qué deseamos, qué buscamos. Es como si olvidaran que quién viaja es el mismo, que sus miedos son los mismos y sus necesidades también. Y cuando los mismos problemas nos encuentran en un destino nuevo, es cuando nos golpea la realidad de que responsabilizar al entorno de nuestros conflictos es un mero acto de cobardía.
Porque ese nuevo destino sí puede cambiarnos y darnos respuestas pero no porque nos abra puertas nuevas, ya que esas puertas no llevaran a ningún lado si tenemos temor de cruzarlas. Ese nuevo entorno lo que nos permite, si lo dejamos, es escuchar a nuestro propio interior y comenzar a buscar los verdaderos deseos que tenemos dentro, pudiendo dejar de lado prejuicios y costumbres. En nuestro propio lugar estamos tan habituados a los ruidos del afuera, a las responsabilidades, a la rutina, a las obligaciones... que olvidamos de darnos ese momento de charla con uno mismo, ese instante de preguntar "para dónde sigo?". Al darnos un aire nuevo tenemos esa oportunidad de volver a reconectar y descubrir lo más difícil que tenemos para conocer: a nosotros mismos.
Yo bien creo que la constante práctica de este diálogo (mediante a los constante viajes y cambios de entorno, tal vez) es lo que hará que un día nos sorprendamos a nosotros mismos, en nuestro propio hogar, pudiendo preguntarnos todo lo que necesitamos, sin tener que huír.
Sin embargo no hay por qué pensar que esto trae respuestas. En lo personal... pude responder algunas cosas que solamente me abrieron más incógnitas. Aunque también creo que ahí esta el sabor de vivir. El día que dejemos de preguntarnos para donde caminar, será el día que ya no tenga sentido seguir andando por los caminos del destino.
sábado, 22 de febrero de 2014
lunes, 17 de febrero de 2014
Sos tan libre.Sos la libertad pura,esa que atrae a las almas a perderse,esa que enloquece y fanatiza.Sos tan libre.Sos eso que cada persona encadenada ruega.Sos la libertad pura,tan pura que sos esclavo de ella.Sos la libertad pura y completa,tan pura y tan completa que te ata a si misma,haciéndote esclavo como a todos los demás.Sos tan esclavo de tu libertadque jamás podrás ser de nadiey perderás de ser feliz con sólo un regazotal como los pobres esclavos del mundoperdemos la oportunidad de tener tu libertad.
Sos tan libre.
Sos la prueba de que todo exceso es malo.
Hasta la libertad.
miércoles, 25 de enero de 2012
Casi un mes antes, recordé que los últimos años hice un balance. No se si es bueno o malo o positivo o no positivo o que carajo... pero leer el del año anterior, este año por lo menos, me deprimió. Y también me dió ganas de hacer mejor este año.
De mis objetivos del año pasado, superé uno: no soy cinturón rojo, soy rojo punta negra. Conseguí otro trabajo, el peor que conseguí en mi vida y lo odio: un call center. Si, en Cablevisión (por favor dense todos de baja ya, es lo mejor que pueden hacer). No aprendí a manejar y no gané Historias Breves. Mantuve la relación pero cada vez con más miedos e inseguridades. Pero mantuve bastante gente hermosa a mi lado.
Este año arrancó para atrás, el año pasado fue tortuoso.
¿Qué resta ahora? Poner los nuevos objetivos y decidir arrancar cuesta arriba.
Este año quiero llegar a cinturón negro, quiero seguir ayudando a dar clase a mi Maestro, quiero recuperar ese "no se qué" en mi relación, quiero aprender a manejar, quiero conseguir un trabajo que NO odie, full time, quiero lograr empezar el objetivo de mudarme, quiero hacer un curso de fotografía. Quiero volver a sentirme realizada.
Ese es mi balance, no voy a rememorar un mal año, voy a arrancar este a todo lo que da.
¡Ah, si! ¿Cómo olvidarme? Compré mi bebé hermosa, una Nikon bellísima. Este año aprendo a usarla. Fin.
Buen año.
miércoles, 4 de mayo de 2011
miércoles, 27 de abril de 2011
Supongo que los años nos llevan a entender
que no hay héroes ni mitos en nuestra realidad
ni padres con súper poderesque no hay salvadores ni historias
y que nadie esta destinado a completar el camino del mito del héroe.Supongo también que todos sufrimos con nuestra kriptonita.

(¿terminaremos también todos en silla de ruedas?)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)