
No voy a sacarme las zapatillas, no voy a dejar las musculosas viejas, no voy a peinarme mas de 10 minutos, no voy a llegar tarde porque no me gusta esperar.
No quiero volverme como mi mamá, no quiero un matrimonio como el de mis padres, no quiero cegarme a lo que hay adelante ni volverme ingenua, no quiero volverme dramática ni hacer planteos inútiles, no quiero exigir mas de lo que doy, no quiero dar mas de lo que quieran, no quiero obligar ni ser obligada. No quiero volverme gruñona, rezongar por todo, no quiero que los años me empeoren los defectos y no quiero no saber pedir perdón. No quiero creer que la gente tiene que cambiar por mi ni cambiar por nadie, por eso hay tanta gente en el mundo, para encontrar a las que van para estar con vos por como ya son, no por el proyecto de persona que puedas proyectar en ellas.
No quiero y me niego a aceptar reglas de etiqueta, a hacer cosas para quedar bien, a respetar a quien no lo merezca, a fingir que soy quien no soy. No quiero ser pesada, no quiero controlar los horarios de nadie, no quiero imitar el modelo de mi casa, no quiero tampoco negarme a rescatar lo bueno que tuvo. No quiero ser mujerzuela de nadie, no quiero ser polleruda, ni secretaria, ni dictadora, ni sometida, ni dueña.
Es mucho lo que no quiero a cambio de lo poco que sé que si quiero algún día ser. Pero ya mantener el rumbo para un lado distinto a todo eso me encamina mucho mas que a otras personas. Y eso me hace bastante feliz.
[ Yo no quiero un amor civilizado ]
Uhh, la etiqueta sabina es por el músico o por el personaje de Milan Kundera?
ResponderEliminar