-¿Puedo hacerte un masaje en los pies?
-¿Por qué quieres darme un masaje en los pies?
-Pues porque te duelen.
-¿De veras?
-Si, has pasado la noche corriendo por mis sueños.
-¿Por qué quieres darme un masaje en los pies?
-Pues porque te duelen.
-¿De veras?
-Si, has pasado la noche corriendo por mis sueños.

Precioso diálogo.
ResponderEliminarEncontré tu blog buscando el mío (que por una coincidencia de la vida también se llama "retazos sueltos") y la verdad es que me está encantando. Intentaré pasarme por aquí a menudo para leerte.
Un saludo.