
El cuerpo arde de calor, la cabeza te retumba, un hormigueo te recorre las canillas y la sensación previa a un calambre te hace latir los músculos, sentís impotencia...
...tropezás, te caes, pisas mal.
Pero una sale bien y un Maestro sonríe por verte. Ahí te acordás porque volviste.
Simplemente sonreís y seguís peleando.
Literalmente.
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